 |
| "Mi Diosa" de Almudena Arias |
Hace, ahora, doce años la Diosa me encontró cuando paseaba por un mercadillo en Ávila. Desde entonces, todo este tiempo ha permanecido despierta, velándonos, encima de nuestras cabeceras. No nos ha protegido más, que cualquier otro pedacito de arcilla, y en nuestras vidas, desde luego, ha habido muchas alegrías y también algunas penas. Pero nuestro pequeño trozo de tierra, me ha inspirado día a día, cuando despertaba y justo antes de irme a dormir, dándome una paz infinita, ayudándome a saber que la vida está mucho más allá de toda esa vergüenza que nos escupen a diario. Hoy, y hasta dentro de mucho tiempo, la Diosa va a seguir atenta, por encima de nuestro descanso, rodeada de olivos, bajo, la a veces cruel, luz del Sur, custodiando el tesoro que ocultaba bajo su sonrisa cuando nos encontramos en una calle atestada de gente.
En otra época, quizás no hubiera vuelto a encontrar a la persona que imaginó a nuestra Diosa, pero vivimos tiempos extraños y posiblemente maravillosos, y la voluntad y el azar, me permiten hoy, expresarle a Almudena Arias mi más sincera admiración y agradecimiento por dormir cada día, bajo el misterio que puede encerrar el barro que somos.
Gracias.