martes, 7 de mayo de 2013

Un Alebrije para Amanda


Alebrije para Amanda
de José Ángel Pérez

No hace mucho descubrí en casa de unos amigos, unas figurillas muy llamativas con un millón de colores y motivos decorativos muy abigarrados, parecían ser algún tipo de dragón o una criatura fantástica similar. Me dijeron que eran alebrijes, un tipo de artesanía muy popular en México, pero tampoco indagué mucho más.
Hasta hace poco, que quise conocer algo más sobre estos seres y me puse a bucear por la red. He descubierto con enorme placer y no menos sorpresa el origen de éstos, cuya historia abarca apenas unas décadas. Pese a ser un objeto artesanal con un enorme reconocimiento en México y parecer que su comienzo se remontara hasta el inicio de los tiempos, el alebrije tiene un origen bien definido en el sueño delirante de un artesano del cartón: Pedro Linares. Debido a una enfermedad sufrió unas fuertes fiebres que le produjeron un extraño sueño donde unos seres híbridos le perseguían gritándole algo así como ¡alebrije, alebrije! Cuando despertó no supo explicar con palabras lo que había soñado, así que tiró de oficio y construyó su primer alebrije.
Resulta fascinante la fuerza de los sueños para impulsarnos a explicarnos, compartir y en definitiva, para hacer.

Me pareció buena idea regalarle a Amanda, la hija de los amigos que me empujaron en brazos de los alebrijes, mi primer alebrije.

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